...la mano de Dios esta sobre nosotros

Viernes 20 de noviembre 2009 (Houston TX)

Ya que pase un trago bastante amargo, hoy puedo respirar con cierta tranquilidad y confianza de que no he sido desechado por el señor.
Ayer tuve la oportunidad de conocer a un pastor que tiene una iglesia acá en Houston y nos sentamos el, mi primo (Rubén) Emmanuel (el joven que vino de P.R. y yo y fue un compartir bonito en donde pude sentir la afirmación de parte del señor de que quiere unir a su pueblo en un mismo sentir, hablamos acerca de lo sobrenatural de Dios; Salí a las 3:30 a.m. pues salimos luego del programa y Salí lleno de esperanza y consolado.
Pero lo que realmente me ha tocado y me ha llenado y me hace decir que: A pesar de todos los contratiempos y malos ratos, veo la mano de Dios que esta sobre nosotros.
He visto la gloria manifiesta en mi esposa, la transformación y el proceder de ella ante la situación de la muerte de su primo me ha dejado impresionado.
Los que conocen a mi esposa cuando lean la carta que le escribió a su familia quizás se sorprendan por que verán el cambio, pero a los que no la conocen, elle no se caracterizaba por se persona de palabras muy elocuentes ni muy versada a la hora de tratar un asunto delicado, anyway aquí la carta.

Hola, Bendición
Supongo que al momento de recibir y leer esta carta se encuentran un poco mejor pero aun desconsolados;
Lamento mucho lo sucedido y discúlpenme por mi ausencia de todo corazón deseo estar con ustedes pero por el momento no puedo así que tratare de hacer y darles lo único que se y tengo, que es mi apoyo y dejarles saber que no están solos.
La muerte es un evento que por más que uno se prepare no deja de lastimarnos, ese momento con o sin nosotros estemos o no estemos preparados siempre va a suceder.
La mente te dice que por ley de vida los viejos se van primero, pero no hay un recibo que nos garantice eso.
A lo mejor ya ustedes han mirado hacia arriba y le han preguntado a Dios:
Por que?
Por que a mi?
Por que permitió que esto le pasara a mi hijo?
Por que a mi familia?
Lo primero que deben entender que esa no es la voluntad de Dios,
Jesús mismo lloro frente a la tumba de su mejor amigo Lázaro (Juan 11:35)
Dios no se alegra de esta situación.
El no creo la muerte, la muerte entro por el pecado y el pecado es la caída del hombre y como no es la voluntad de Dios El tuvo que sufrirla, entonces con más razón deberíamos buscar de El que ya pasó por eso y nos entiende.
Imagínate, El mismo envió a su hijo, que era perfecto y lo envió a que muriera por nosotros y a que derrotara la muerte (Juan 3:16)
Lo segundo que deben saber es que Esto no es juicio de Dios (ni castigo de Dios)
Para que sepas y entiendas cual es el castigo y su juicio hoy lee Romanos 1:18-32
Si el diablo te susurra al oído en algún momento que esto es por culpa de ustedes (la muerte de su hijo) eso es mentira, por que de ser así Dios mismo se habría castigado a si mismo cuando Jesús su único hijo fue crucificado, las implicaciones de esto serian que Dios es igual de pecador que nosotros y sabemos que Dios es santo por tanto es absurdo pensar que la muerte de un hijo es castigo para un padre.
Lo tercero que deben saber es que Dios se identifica con tu dolor o sea Dios no se va a quedar de brazos cruzados.
Este mismo Jesús que nació, sufrió, murió, resucito y ascendió a la diestra del padre regresara pronto y con voz de mando llamara con voz de arcángel y resucitaremos de entre los muertos; por eso es que el único consuelo lo suficientemente grande y real para calmar un dolor tan profundo esta en la esperanza de la resurrección.

Gloria a Dios por estas palabras que mi esposa le escribe a su familia.
El señor ha obrado grandemente en nuestras vidas por eso es que ahora mi Fe aumenta por que no va a tomarse de su tiempo Dios para ilusionar a un hombre y jugar con sus sentimientos haciéndole ver su destino y luego negárselo.
Estoy convencido que estoy en un proceso de preparación y aunque me llamo el señor a ministerio aun no me toca iniciarlo.
Gracias por sus oraciones y Gloria al padre y el poderoso nombre de Jesucristo el señor.